Laura Rojas Polanía

Carina Mejías se define como la voz del nuevo liderazgo que apunta al progreso.  Lleva 24 años en carrera política. Empezó en el Partido Popular (PP), y después en el partido Ciutadans, por el cual aspira la alcaldía de Barcelona.

Ciutadans   se presenta como un proyecto civil. De hecho nació de una plataforma digital, “Ciudadanos de Catalunya”, que aglutinó a mucha gente a través de encuentros, actos cívicos y obras de teatro.  Hoy son vistos como una fuerza emergente con representación en muchos municipios y comunidades autónomas, que se manifiesta en la red y ya mueve masas.

En las primeras elecciones autonómicas en las que participaron, en 2006, fueron escogidos tres diputado; en  las elecciones municipales de 2010 consiguieron el apoyo de 275.000 votantes; y para el 2012 tuvo 275.000 votantes, equivalentes a 9 diputados para el Parlament de Cataluyna. Hoy cuentan con 20.800 afiliados y más de 100.000 personas registradas como simpatizantes. El domingo piensan batir su récord, y demostrar su expansión por toda España.

Carina Mejías asegura que llega un momento en el que se está demandando política libre de corrupción. Según Carlos Carrizosa, actual diputado, no tienen gente colocada en las instituciones. Son la contracorriente de la política actual.

La candidata es recordada por su pasado en el PP, pero precisa que actualmente está inmersa en las ideas y afanes de cambios de ciudadanos.  Como dice su compañero Carrizosa, es una mujer que cuando se le escucha y se percibe su talante, se ve que está en ciudadanos. Cree que a la gente que la escucha no le importa de donde viene.

Fue criticada por su cambio de partido. Sorprende a algunos que pregone el  cambio cuando ya ha gobernado por muchos años desde otra fuerza política. Sin embargo, asegura que es garantía de un progreso económico e igualdad social, a diferencia de su anterior partido, que como ha dicho en ocasiones, genera progreso con desigualdad y cuyo único interés es mantener al actual alcalde. En una nota de prensa de la web de su partido,  asegura que el PP y el PSC  “lo único que quieren es mantenerse como la muleta del gobierno de Trías en la ciudad”.

La actual portavoz del grupo Ciutadans se define como una opción para los que no creen en el clientelismo. Acusa a sus rivales de haber estado viviendo de la subvención pública. Cree que algunos partidos pueden ser aliados para pactar proyectos o políticas, no cargos ni cuotas de poder.

Se reivindica como nacionalista española, en contra del proceso de independencia. No piensa que la lengua sea uno de los elementos de confrontación política. Propone una ciudad “para todos y por todos”. Con un nuevo proyecto urbanístico pretende construir una ciudad verde, con vivienda social, y en la que sea posible la rehabilitación de edificios siguiendo las nuevas directrices europeas. Esto también traería oportunidad de trabajos para algunos sectores, según su visión.

En una reciente entrevista expresó que las opiniones políticas son saludables desde el punto de vista democrático y que su partido es capaz de aglutinar el centro político. Es decir, a los ciudadanos que se sienten tan catalanes como españoles.

Bajo la premisa de un cambio creíble, Carina Mejías se presenta decidida como apuesta para administrar la ciudad condal. Quiere que la democracia se regenere y que de verdad sea útil a los ciudadanos: un espacio de neutralidad ideológicas abierto a todas las personas.

Esta mujer, que no oculta su pasado familiar (su padre era franquista), tiene como vocación el derecho: ha ejercido como Procuradora de los Tribunales en Barcelona, concejala del Ajuntament, y diputada del Parlamento en varios ocasiones. Es miembro del Colegio de Abogados, pero también dedica su tiempo a opinar desde tribunas de prensa, como Crónica Global y el diario El Mundo.