Por María García San Narciso
Hasta ahora la campaña de CiU para las próximas elecciones del 25 de mayo se han centrado entorno a un lema claro: trabajar por el derecho de decidir y por una Catalunya independiente que permanezca dentro del marco europeo. Ramón Tremosa es el encargado de encabezar Coalición por Europa, formada por CiU, el Partido Nacionalista Vasco (PNV), Coalición Canaria-Partido Nacionalista Canario (CC-PNC) y Compromiso por Galicia (CxG) y que, según las encuestas, podrían alcanzar los tres escaños. Durante toda la campaña han sido mucho más críticos con España como Estado miembro que con Europa, culpando al país de nacionalizar éxitos europeos y europeizar fracasos nacionales. Sin embargo, parece que últimamente no sólo se las estarían viendo con los unionistas. Según el Centro de Estudios de Opinión, ERC podría igualar e incluso superar a CiU, dándole hasta 3 escaños, lo que supondría una victoria inaudita desde la Segunda República para el partido de Oriol Junqueras. Una de las cuestiones que determinarían los resultados y que más estaría preocupando a Tremosa es el escepticismo. En 2009 la abstención en Catalunya alcanzó el 60,2%. Este año se espera que la participación no supere el 43%.
Los resultados del próximo domingo servirán para saber quién podría llevar las riendas del proceso soberanista. La posible derrota de CiU podría acarrear problemas internos entre aquellos miembros de la coalición que quieren que el proceso llegue hasta el final y los que son más reacios al independentismo. También supondría que el liderazgo de Mas de cara a la consulta del 9 de noviembre quedase en entredicho. De momento, las encuestas parecen indicar que los catalanes no irán a votar en masa y que, hoy por hoy, les preocupa más el paro y la precariedad laboral (67,4%), seguidos por el funcionamiento de la economía y la insatisfacción política (35,1% y 33,5%), que las relaciones entre Catalunya y España (20,6%).