Por Camila Aristizábal

El nuevo video lanzado por el Partido Popular Catalán (PPC) muestra a un hombre de traje jugando sudoku. Otro, unas cuantas mesas más allá, juguetea con un mapa de Bruselas y un tercero, hojea el periódico con expresión desinteresada. Los hombres representan eurodiputados de partidos “pequeños”, como Ciutadans y UPyD, que están “aislados, divididos e incapaces de formar grupos”.

Se trata de la estrategia del PPC para impulsar el voto en la recta final de una campaña electoral que, a diferencia de años anteriores, amenaza con romper el bipartidismo del Partido Popular y el PSOE y perfila a otros partidos como competencia real de los pesos pesados que tradicionalmente han liderado la contienda.

Desde 1994, el PP y el PSOE han logrado más del 70 por ciento de los votos, y en las últimas dos convocatorias europeas, esa cifra fue superior al 80 por ciento. Pero ahora los sondeos los sitúan entre el 61 y el 65, con lo que lograrían mas de la mitad de los votos pero se rompería la tendencia que durante dos décadas les había dado una fuerte ventaja frente al resto de partidos.

El vídeo, que además señala a los pequeños partidos de “incapaces de frenar a los que quieren romper Cataluña, España y sacarnos de Europa”, es una clara respuesta al histórico apoyo que tendrían partidos como Izquierda Plural, Podemos, Ciudadanos y Primavera Europea, que según un sondeo realizado por El País, se beneficiarían del retroceso del PP y el PSOE en intenciones de voto.

 Esta encuesta sitúa al PP con 32,6 por ciento de los votos, con lo que tendría 19 europarlamentarios, 5 menos de los que logró en 2009. Por su parte, el PSOE se quedaría con un 31,1 por ciento y 19 escaños, 4 menos que los que tiene actualmente.

De las dos listas nacionalistas, la que más avanza es L’esquerra pel Dret a Decidir, liderada por ERC, que podría alcanzar 3 puestos en el parlamento europeo con 5,6 por ciento de los votos, mientras que la Coalición por Europa (CiU, PNV, CC y CpG) se quedarían con 2 eurodiputados y un 4,3 por ciento de los votos.

Aliados a regañadientes
Frente a estas proyecciones, las dos grandes fuerzas se verían obligadas a trabajar juntas, ya que ni una coalición liderada por el Partido Popular Europeo (PPE) que no cuente con los socialistas, ni una liderada por los socialistas que no cuente con el PPE podría obtener una mayoría. Por eso, es de esperarse un frente común en lo concerniente a los grandes temas, empezando por la elección del Presidente de la Comisión.

Una perspectiva bastante agria para el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que en los últimos días ha cargado contra los socialistas, insistiendo en que no se puede votar al PSOE, pues llevó al país al borde de una catástrofe económica y que ahora utiliza “el mismo programa económico que puso a un país al borde de la quiebra”.

Así las cosas, y teniendo en cuenta además los votos que probablemente le restarán las declaraciones machistas de Miguel Cañetes, el Partido Popular se acerca a los comicios del 25 de mayo con mucha menos fuerza de la que ostentaba en años anteriores y una delantera que parece ser propensa a cambiar de rumbo dependiendo de los vientos que pudiesen soplar a pocas horas de la apertura de urnas.