Sobre la gente grande
Se considera que una persona es anciana cuando cumple los 65 años. A partir de esa edad son muchos los prejuicios y mitos que rodean esta etapa. Mitos que se rompen en algunos casos, que se cumplen a rajatabla en otros. Y es que las caras de la gente grande son múltiples. Están aquellos que son abuelos y bisabuelos. Los que son padres y hermanos y los que aún son hijos. Están los viudos y están los casados. Los solteros y los divorciados. Las personas que viven solas y las que conviven con miembros de distintas generaciones. Las que se apuntan hasta al gimnasio y las que no salen de casa en meses. Las que reivindican el presente y las que sueñan con tiempos pasados. Están los trabajadores y los jubilados. Los que sustentan a toda una familia y los que dependen del Estado para seguir manteniéndose.
Están, en definitiva, los que viven y los que sobreviven.
Por María García San Narciso
Fotos de María García San Narciso y Annalisa Palumbo
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