“Los iaioflautas somos la muestra palpable de que el sistema está podrido”

Felipe López-Aranguren y Alfonso Romero Clavel, de 62 años, se consideran “la juventud” del movimiento.

A raíz del 15M, un grupo de abuelos de Barcelona decidió apoyar a los jóvenes que se echaron a la calle buscando un cambio del sistema. De 14 han pasado a ser 3000 en toda España. Ser iaioflautas les ha hecho volver a sentirse útiles, saber que aún tienen mucho que aportar a la sociedad. Algunos, incluso, se han olvidado de los antidepresivos y de la soledad.

Por María Rosa Verdejo Jiménez y Roble Ramírez

Fotos de María García San Narciso y Monica Pelliccia

Felipe López-Aranguren y Alfonso Romero Clavel son, a sus 62 años, parte de un colectivo de iaios (abuelos en catalán) dispuestos a cambiar el sistema. Ser abuelos, más que un impedimento para salir a la calle a luchar, es uno de los principales motivos que hacen que no se den por vencidos. Nacieron bajo los ideales del 15M. Responden al nombre de iaioflautas y llevan la desobediencia civil por bandera. Vestidos con chalecos reflectantes, no les tiembla el pulso a la hora de enfrentarse a los poderes públicos reivindicando aquello por lo que tanto lucharon y que ahora les están quitando a sus hijos y nietos.

¿Por qué iaioflautas?

Felipe: Cuando surgió el movimiento del 15M muchos políticos se referían a los jóvenes que iban ocupando las plazas como perroflautas. Nosotros estuvimos en Plaça Catalunya codo a codo con esos jóvenes, así que buscamos un término que se ajustara más a nuestra edad.

¿Qué les llevó a salir a la calle?

Felipe: Muchas veces nos preguntábamos que dónde estaban los jóvenes, que cómo es que no se movían. Y el 15M los jóvenes se movieron y allí que fuimos unos cuantos. Nuestro planteamiento fue que había cosas que ellos pueden hacer y nosotros no, sin embargo, había muchos sitios donde los jóvenes no podían llegar y los viejos sí.

Alfonso: Para mí que los jóvenes salieran a la calle fue la clave para unirme a este movimiento.

¿Qué hacen ustedes que los jóvenes no puedan hacer?

Felipe: Ellos no pueden secuestrar un autobús durante toda una mañana y dar vueltas porque si son veinte chavales jóvenes los saca la policía. Nosotros vamos con cámaras de televisión y queda feo pegarle a un iaio. Y como queda feo, pues hemos entrado en la Bolsa, en el Departamento del Interior, en el Instituto de Salud, en el Parlament… Hay cosas que los iaios pueden hacer por experiencia y zorrería, y los jóvenes no.

Alfonso: Además de por experiencia, con nosotros, muchas veces, los poderes públicos no se atreven.

¿Cuándo no se han atrevido?

Alfonso: Cuando estuvimos en la Bolsa, por ejemplo, la policía quiso que nos identificáramos. Pero les dijimos que ellos no nos representaban y que este gobierno tampoco, que nosotros hacíamos desobediencia civil. Entonces nos dijeron que nos iban a detener y les dijimos que en vez de coches trajeran ambulancias. Uno empezó que si tenía la bolsa llena y tenía que vaciarla, otro que la pastilla del colesterol, yo que entonces me tenía que operar de una hernia e iba con muletas… Al final se pusieron tan nerviosos que quitaron la valla y nos dejaron ir. No se atrevieron ni a tocarnos.

¿Y se fueron sin más?

Alfonso: Nos fuimos en manifestación cortando el Paseo de Gracia hasta plaza Catalunya donde hicimos una asamblea. Lo que pasa es que los policías después de hinchar a palos a los jóvenes se sienten bien consigo mismos, ‘joder que buenos somos’. Pero como nosotros somos viejos, sienten impotencia. ‘Estos se han reído de nosotros, se nos han meado encima y no hemos podido hacer nada’.

¿Qué deberían hacer los jóvenes?

Felipe: Los jóvenes deberían volver a salir a la puta calle y mover el culo, eso es lo que tendrían que hacer.

Alfonso: Ahí es donde se ve el miedo que tienen. Porque nosotros no luchamos por lo nuestro, luchamos porque no tenemos nada que perder. La gente que lucha por lo suyo tiene miedo de perder lo que tiene, aunque no se da cuenta de que cada día le están quitando más cosas.

Entrevista iaioflautas

¿Se supera el miedo con la edad?

Felipe: La ventaja es que muchos de nosotros estuvimos contra Franco. Y allí si te movías, no era una paliza, es que te mataban. Entonces, los que se movían, tenían que superar el miedo. Y un miedo mucho más potente que este. De todas maneras, algunos de nosotros cogemos nuestro miedo y nos lo echamos al bolsillo.

Alfonso:  Además, cuanto más mayor eres, más se te acerca la muerte. Entonces tu miedo empieza a ser otro, miedo a morir. Y el qué va a pasar con tus hijos, con tus nietos… Es un miedo más fuerte que el miedo a los poderes públicos.

¿Por qué lo hacen?

Felipe: Porque si queremos mirarnos cada mañana al espejo tenemos que seguir luchando.

Alfonso: Mejor estar cabreado y hacer algo con el cabreo.  Lo que nosotros queremos no es dar ejemplo, es concienciar a la gente.

¿De qué se tiene que concienciar la sociedad?

Felipe: La gente tiene que darse cuenta de las carencias del sistema actual. Los iaioflautas somos la muestra palpable de que el sistema está podrido. Toda esta gente que se está moviendo con nosotros debería de estar tranquila en sus casas descansando y tocándose la barriga. Es gente que lleva trabajando toda su vida y ahora tiene que salir a la calle. Es una vergüenza.

Sin embargo, cada vez más iaios se unen a la causa.

Felipe: Es cierto. Empezamos siendo 14 personas en Barcelona y ahora somos 900, aunque nos movemos unas 200. Nos hemos encontrado, además, con la sorpresa de que no solamente el grupo de Barcelona ha ido creciendo, sino que han ido apareciendo grupos en ciudades como Valencia, Madrid, Sevilla… Ahora somos alrededor de 3000.

¿Por qué sólo se mueven unos cuantos?

Felipe: Porque los iaios siempre tenemos los mismos problemas: mucho médico y mucho nieto.

¿Cuál es la edad media de los miembros?

Alfonso: Setenta y pico, tenemos hasta gente que ronda los noventa años. Nosotros somos la juventud. Somos el comando de choque.

¿Qué ventajas tiene ser un iaioflauta?

Felipe: La gente mayor tiene muchos problemas, uno es la soledad. Están solos, nadie les hace caso. Y aquí se sienten parte de un colectivo. Además, otra de las cosas malas que tenemos los mayores es el ‘ya no sirves para nada, quítate del medio’. ‘Vete al Imserso a jugar a la petanca, ya no vales para la producción…’ Y, sin embargo aquí vuelven a sentir que sí sirven para algo. También hemos tenido casos de gente que se ha unido y ha montado un coro. Y de cantar en las manifestaciones, les cogieron unos chavales jóvenes y han grabado un disco. Hay muchos de los iaios que, según cuentan, han bajado su medicación, incluso algunos han reducido los antidepresivos a la mitad. Muchos han dejado de tener que tomar Prozac para poder pasar el día.

¿Hacerse iaioflauta como alternativa a los antidepresivos?

Felipe: Sería una opción. Yo estuve el otro día en el V Congreso de Psiquiatría de Barcelona y nos ofrecieron apoyo psicológico sobre todo ahora con temas de desahucios y tal. Y les dije que todo lo contrario, que nos mandaran a sus pacientes a los iaioflautas como terapia de saneamiento. Tú eres viejo, no gilipollas. Eres viejo, pero no eres un inútil y mientras no te mueres, la vida sigue. Creo que esto es algo que ayuda a la gente mayor a vivir de otra manera, a ser más activos dentro del mundo en el que vivimos.