Nativas digitales, poetas actuales

Nativas digitales, poetas actuales

Natalie Donback | Domenico Motisi | Ana Liste

Son jóvenes y son poetas. Aunque viven en un mundo digitalizado, donde la mayoría tienen suficiente con expresarse a través de las redes sociales como Instagram y Facebook, siguen escribiendo. Como antes lo hicieron Virginia Wolf y Jane Austen, siguen con el lápiz en la mano. ¿Ven la poesía como necesidad o como diversión? Para la mayoría, son ambas cosas. Como dice Elena Medel , “se escribe poesía “por necesidad y por urgencia, por refugio, pero también por el placer mismo de la escritura”.

¿Por qué poesía?

“En primer lugar, escribo porque leo, y escribo también porque aspiro a establecer un dialogo con mis circunstancias; a intervenir en mi entorno. Empecé en mi adolescencia, tras descubrir a Federico García Lorca”. – Elena Medel

La adolescencia conmueve a todos, y estos sentimientos se canalizan de diferentes formas: algunos recurren al botellón, otros a sus libretas y a la escritura.

Henar Bengale, una joven de 21 años, escribe “a modo de desahogo”. Empezó a escribir un blog cuando tenía 14 años. “En él volqué mi adolescencia en forma de relatos ficticios. Después, esas narraciones fueron transformándose en poesía. Hoy solamente escribo poesía”. También es editora de varios fanzines en papel como Mala Digestión e Hijo Amarillo. La poeta andaluza Carmen Camacho confiesa que escribe poesía para vivir mejor: “Podría vivir sin escribir, cierto, pero no sería tan verbo el verbo vivir”.

Henar Bengale

Henar Bengale

Según Henar la poesía “es necesidad cuando escribir significa respirar en paz. Y es diversión cuando, por ejemplo, busco la historia que explican mis entrañas. Viene todo de dentro, pero no de la misma forma”. Lucía Clementine, una barcelonesa nacida en 1991, cuenta: “se puede escribir poesía en cualquier momento cuando tengas la inspiración, no es algo que tienes planteado como la narrativa”. Aunque escribe más narrativa – su primera novela será publicada pronto por la editorial Libros en su Tinta – comparte que siempre le ha parecido más sencillo y directo expresarse a través de la poesía.

“Tengo una amiga que dice que leer poesía es como meterse coca, porque va directa”. – Maria Yuste

El Mundo Digital

Esta es la primera generación de poetas nativas digitales. Encuentran inspiración y refugio en la red que, además, sirve para compartir y difundir su escritura. Se ha formado una especie de comunidad entre ellas, quienes han creado su propio micro-universo de poesía en el mundo virtual. Así lo expresa Henar: “yo misma empecé a acercarme a la poesía –y sigo haciéndolo cada vez más – a través de publicaciones en internet. No puedo asegurar que terminara arrimándome a ella de todas formas si no hubiera sido gracias a estas plataformas”.

Al escribir poemas en internet han logrado que sus coetáneos se acerquen a este arte un poco estigmatizado por el peso de los grandes autores clásicos. Quizá a los de esta generación les faltaba que les hablaran sobre lo que les afecta, que se dirigiesen a ellos empleando su mismo lenguaje. Conseguir que la poesía se perciba como algo asequible. María Yuste lo tiene claro: “Escribimos de nuestra vida y por eso son problemas del primer mundo, pero está bien, hay que ser sincero”.

María Yuste

María Yuste

Mientras haya gente apasionada por la poesía, esta no morirá. Aníbal Cristobo fundó la editorial Kriller 71 hace menos de dos años. Se dedica a publicar en España a autores extranjeros con éxito que no se reconocen aquí. “La manera de consumir poesía ha cambiado pero la poesía permanece. Los procesos de escritura han cambiado con la posibilidad de publicar en digital. Se ha generado una mayor inmediatez, hay etapas de corrección y edición que han desaparecido”. 

“No soy lectora de una sola corriente estética o poética, y en no pocas ocasiones he descubierto en la red a quienes aportan heterogeneidad a la cosa. El mundo digital sirve de pista, de hilo o referencia, de contacto, de punto de partida en ciertas ocasiones”, añade Carmen Camacho.

Colectivos de Mujeres

Reivindicarse es clave. Antologías como Tenían veinte años y estaban locos, editado por La Bella Varsovia, y Mil novecientos violeta, que acaba de publicar El Gaviero, muestran que hay una apuesta por la poesía en la era de internet. Elena Medel (Córdoba, 1985) es la editora de La Bella Varsovia –cuya finalidad es publicar a poetas jóvenes- una editorial que ha llegado a convertirse en un referente.

“Joyce ha muerto
Y su boca llena de larvas dijo
Que habrá escondido un raro paraíso
Sin Adán y sin Eva, sin manzanas,
Sin boa o tentación envenenada,
Sin zapato rojo en pleno Kansas,
Sin resplandor ni sombras, sin deseos,
Pues morir en brazo extraño es el reflejo
De lúzida ebriedad que atañe al tiempo.”

Lúzida Ebriedad de Elena Medel – “Mi Primer Bikini”, Premio Andalucía Joven de Poesía 2001

“Internet se ha convertido en una herramienta que facilita que nos conozcamos todos, que lleguemos fácilmente a leer a autores jóvenes extranjeros, que intercambiemos opiniones y mostremos nuestro trabajo con más rapidez”, dice la poeta y periodista Laura Rosal.

Aníbal Cristobo afirma que las autoras jóvenes se han unido y se dan visibilidad entre ellas porque no reciben atención de los grandes medios. “Esta forma de organización femenina recupera la idea de no esperar a que alguien haga algo por ti”, explica Aníbal. “Desde mi blog y Facebook hablo con otras poetas e intento liarlas para hacer proyectos todas juntas”, comenta Lucía Clementine.

Lucía Clementine

Lucía Clementine

La poesía de los millennials ya no se esconde en librerías y bibliotecas polvorientas; está al alcance de todos a golpe de clic. Estas autoras y otras muchas todavía tienen mucho que decir. Según ellas, mientras haya vida, habrá poesía.

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