• Qué es La22
  • Contacto
9N - la consulta
  • Portada
  • Curiosidades del 9N
  • 9 perfiles del 9N
  • ¿Como hemos llegado aquÍ?
  • 9N: el día
  • El futuro de Catalunya
  • El equipo

ANÀLISIS: Reflexiones a la luz del proceso catalán.

Repensando “el Fin de la Historia”

9 noviembre, 2014 Natalie Donback
Share this:
NATALIE DONBACK

En 1989 Francis Fukuyama publicó el ensayo el Fin de la Historia. El contexto y el clima político posterior a la Guerra Fría eran muy distintos a los de hoy, pero los argumentos nos pueden ayudar a entender que está pasando en Europa. Con el Fin de la Historia Fukuyama definió el capitalismo como el modelo económico óptimo y la democracia liberal como el mejor sistema de gobierno, dando a entender que la sociedad humana desde ese entonces no iba a enfrentarse nunca más con cambios significantes.

Luego llegó la crisis económica, que ha pasado a ser una crisis social y política. La Europa de hoy puede ver que el sistema vigente se está cayendo a pedazos. Las sociedades están canalizando su descontento en diversas formas, cuestionando el sistema de gobernanza. En España, partidos como Podemos han declarado la reforma del sistema como su objetivo principal y su tarjeta de juego. Y cuando se trata del sistema económico, incluso los liberales tendrían que admitir que las cosas no han ido como se había previsto.

Manifestaciónes durante la Diada el 11 de Septiembre 2014

Manifestaciónes durante la Diada el 11 de Septiembre 2014, Passeig de Gracia, Barcelona. Foto: Natalie Donback

La ideología de ideologías, el capitalismo, está basado en el mercado libre. Se supone que da la oportunidad a todos los ciudadanos de realizarse a través de la actividad económica. La democracia liberal es, en muchos sentidos, su pilar de apoyo principal. Sin ello, sería difícil justificar el capitalismo ante las grandes masas, debido a la desigualdad económica que el mercado libre produce: es inherentemente desigual. Los ciudadanos tienen el derecho a votar a un gobierno y hay algunos mecanismos para sancionar comportamientos oportunistas. Pero cuando este sistema -como era y como es hoy- falla en cumplir lo prometido y cuando el efecto del chorreo, que debería ir repartiendo la riqueza, de alguna manera está chorreando hacia arriba, empezamos a cuestionarlo. La democracia liberal ¿es todo lo que nos dan? ¿Es éste el mejor nivel de vida al que podemos llegar? Los cambios tecnológicos y nuestro acceso a la información nos permiten estar más informados que nunca, y nos hacen cuestionar este estatus quo que Fukuyama nombró el Fin de la Historia.

Los ciudadanos de Europa no están contentos con que la historia termine aquí: están, en distintas formas, exigiendo más. Es aquí donde los personajes que consiguen canalizar el descontento entran en el escenario. Probablemente, la respuesta no es el comunismo como predijo Marx, pero estamos empezando a explorar las opciones.

“Fukuyama consideró el capitalismo como el modelo económico ideal y la democracia liberal como el mejor sistema de gobierno. Sin embargo, la Europa de hoy puede ver que este sistema se está cayendo a pedazos.”

El processo catalán

En Catalunya, Artur Más ha conseguido canalizar este descontento en el movimiento por la independencia. Tal vez la independencia sea la respuesta, pero las posibles consecuencias de una separación no han sido exploradas suficientemente. Gran parte de ello se debe a la manera en la cual el Gobierno Español y el presidente Mariano Rajoy han manejado el conflicto: fueron rápidos en impugnar la consulta programada por el 9 de Noviembre, y no ha habido ningún dialogó constructivo. Desde entonces, el Gobierno catalán ha transformado la consulta en un proceso participativo, que sigue siendo impugnado desde Madrid. Hay un elemento poco democrático en las maneras de gestionar el conflicto desde la Moncloa, ¿Por qué la sociedad catalana no podrá expresar su opinión? Las consecuencias y circunstancias de una posible separación son otra historia, pero la libertad de expresión es un derecho fundamental en todas las democracias.

Hay, sin duda, un factor económico en el movimiento de independencia. Catalunya contribuye con más impuestos que la mayoría de las regiones de España y recibe poco de vuelta. Además, las medidas de austeridad impuestas por el Gobierno central han resultado en grandes recortes del gasto público. Con la prolongación de la crisis económica y con el crecimiento de las tasas de desempleo, la gente se ha quedado cada vez más frustrada y enojada. El choque entre el mercado libre y la democracia liberal son una prueba de que ese no es un dúo ganador. Y es ahora, en una Europa hundida por la crisis, cuando lo vemos con claridad.

La crisis incorpora la fragilidad del sistema actual, el Fin de la Historia, de una forma magnífica: cuando empezamos a ver las grietas en el sistema económico, empieza la podredumbre de la democracia liberal y la gente empieza a exigir cambio.

Partidos de la extrema derecha en Europa

En Suecia y en varios otros países europeos muchos han buscado una alternativa en el fascismo y en los partidos hostiles a la inmigración. En Suecia, “los Demócratas de Suecia” recibieron el 13% de votos en las últimas elecciones y ahora son el tercer mayor partido en el gobierno. Algunos los etiquetan como un “partido de descontento”, intentando explicar que si han conseguido tanto apoyo es porque han basado sus argumentos en el descontento generado por el anterior gobierno liberal, que supuso cambios en el modelo de bienestar sueco y el deterioro de la igualdad económica. El líder Jimmie Åkesson dijo durante un discurso que “el islamismo es el nazismo y el comunismo de nuestro tiempo. Se tiene que enfrentar con disgusto y con una resistencia mucho más fuerte de lo que ha sido hasta ahora”. El discurso tiene paralelismos claros con el Frente Nacional en Francia, que ahora está intentando adelantar sus políticas en contra de la inmigración y reducir la influencia del islamismo.

Existe una necesidad de comprender los cambios por los cuales ha pasado el continente europeo en los últimos años, y parece que hay una necesidad específica de encontrar al culpable de la cuesta abajo en la cual estamos: solo necesitamos a quien nos indique dónde está la raíz de nuestro malestar, provenga éste del estado Español o de la inmigración, diferentes posibilidades están siendo puestas sobre la mesa. Sin embargo no hemos llegado al final de la historia: hemos empezado a cuestionarla.

9N análisis Catalunya crisis democracia el Fin de la Historia Fukuyama Independencia

Entrada previa

Quién se sienta a la mesa

Entrada siguiente

“El catalanismo ha sido claramente federal”

Natalie Donback

“Este proceso no busca la división, aunque lo parezca”

10 noviembre, 2014

Catalanismo: Del siglo XX a nuestros días

9 noviembre, 2014

“Con el ‘sí-no’ dejaremos claro que así no”

9 noviembre, 2014

“No todo se puede votar”

9 noviembre, 2014
Mis tuits
Copyright (c) 2020. All rights reserved.
Powered by WordPress. Designed by ThemeWarrior