Miriam Monfort Arróniz

Miriam Monfort durante la edición de la revista del máster: La22

Miriam Monfort Arróniz nació en Barcelona, España en 1994. Después de estudiar un grado en Marketing y Comunidades Digitales, realizó el máster en Periodismo BCN_NY en la Universidad de Barcelona. Como trabajo final, junto a Molly Hall, produjo un documental sobre los trabajadores del campo inmigrantes en Cataluña que crea una «radiografía de la situación del sector agrícola en Catalunya; los perfiles de los trabajadores, la importancia de la inmigración, la temporalidad, la precariedad y las dificultades que impone la Ley de Extranjería»

Twitter: @mimonfort

¿Dónde trabajas?

La semana pasada terminé mis prácticas en la Televisión de Barcelona (Betevé) y también estuve unos meses en Ser Catalunya. Actualmente estoy trabajando en un departamento de comunicación y marketing.

¿Piensas que el máster ha sido determinante para conseguir trabajar de periodista?

Sí, además el máster te da una formación muy amplia. Cuando terminas, tienes conocimientos tanto de prensa escrita, radio o televisión y todos los tipos de periodismo especializado que pudimos ver. Por lo tanto, con esa base y con lo que posteriormente aprendes en las prácticas, obtienes unos conocimientos que te ayudan mucho a orientar tu carrera profesional por la rama que más te haya gustado. Y lo más importante es que ya has tenido la oportunidad de equivocarte y de aprender de los errores para ir mejorando.

¿Qué momento del máster es el que más te hizo aprender?

El máster en general, al ser tan práctico y poder tratar diferentes temas, te coloca en situaciones que nunca antes habías imaginado y aprendes muchísimo en todos los aspectos. En el primer bloque de reportaje y exploración de nuestro barrio, que en mi caso fue El Raval, aprendí a perder un poco la vergüenza de abordar todo tipo de personas por la calle, de empatizar y aprender de cada una de las situaciones personales que la gente me transmitía. También a andar fijándome más en las cosas, situaciones y personas con historias interesantes detrás. Pero sin duda uno de mis momentos preferidos, que recuerdo con más cariño y con el que aprendí muchísimo fue durante el desarrollo del documental que realizamos para nuestro TFM mi compañera Molly Hall y que tutorizó Carme Páez. Si no recuerdo mal, duró poco más de un mes y lo que en un principio podía parecer más fácil o dinámico, realmente nos trajo mucho trabajo que quizás en un primer momento ni Molly ni yo imaginábamos. Desde el inicio del proyecto nos encontramos que las cosas no salían como esperábamos, nos costó encontrar los personajes que fueron los protagonistas, dificultades con los desplazamientos, problemas técnicos de audio y vídeo…y luego todo el trabajo de postproducción con el que teníamos que contar y que duró varios días y nos costó muchísimo arrancar. Al final todas estas situaciones consiguen que seas resolutiva con todas las situaciones que van apareciendo y sobre todo saber gestionar bien el tiempo y organizarse bien para realizar los rodajes, la transcripción de las entrevistas, la postproducción…

Fue un proyecto muy bonito y personalmente lo disfruté mucho y siempre lo seguimos recordando con Molly y nos seguimos riendo de todo lo que nos fue ocurriendo durante el proceso. Había días duros y cuando una estaba un poco “de bajón” la otra tenía que animar y tirar un poco más del carro, y así estábamos siempre. Carme Páez fue increíble en todo momento y nos guio de la mejor manera posible.

¿Qué descubriste de ti en el máster?

Descubrí en gran parte lo mucho que me pueden llegar a afectar los temas de los demás y aprendí a gestionar la manera en la que me implico en las historias de la gente. Descubrí también lo mucho que me gusta hacer más periodismo “de calle”, hablar con la gente, escucharles, buscar temas que pueden parecer menores pero con los que realmente disfrutas todo el proceso y luego poder plasmarlo. Gracias al módulo de TV descubrí lo mucho que me gusta la imagen, la edición, la postproducción y todos los elementos técnicos que hay que tener en cuenta cuando sales a grabar.

También creo que fue muy positivo el hecho de realizar “La22” y organizarnos como una redacción real, con sus roles, plazos de tiempo, modificaciones que nos realizaban los editores, trabajo en equipo… al fin y al cabo así es como funciona en la vida real y haber tenido esta experiencia previa nos enriqueció a todos.

¿Qué cambiarías si tuvieras que volver a hacer el máster ahora?

Creo que no cambiaría nada. Una de las cosas que considero que fue buena es que previamente no había tocado ningún aspecto del periodismo, por lo tanto todo me vino de nuevo y pude experimentar y aprender en todos los módulos. Creo que la estructura del curso es muy buena y eso te ayuda a ir aprendiendo de forma progresiva a medida que van avanzando los módulos.

¿Qué mensaje le darías a la siguiente promoción?

Suena a típico pero que disfruten mucho los meses tan intensos del máster, que cuando están inmersos en el curso todo pasa volando y cuando terminas luego lo ves con otra perspectiva. También que experimenten y se atevan con todo, que es el mejor sitio para equivocarse e ir aprendiendo. Y que escuchen todos los consejos tanto de los profesores, que son increíbles, como de los compañeros.