Vidas baratas

Corte de pelo a cuatro euros. Diez libros por cinco euros. Sastres que hacen arreglos a tres euros. En Barcelona puedes encontrar casi de todo a precios impensables antes de la crisis. Paseando por las callecitas laberínticas de la ciudad se encuentran pequeñas empresas y mercadillos que ofrecen servicios a precios muy baratos . ¿Única manera de sobrevivir o negocios que no salen a cuenta?

Por Monica Pelliccia

“Bajamos el precio para que viniera más gente. Antes los clientes se cortaban el pelo cada mes, ahora como mucho cada tres meses. Además los europeos tienen reservas para entrar en una peluquería pakistaní. A pesar de los precios bajos no consigo que el negocio vaya bien.” Talib Shahzad, dueño de la peluquería Marhba (Raval)

“Bajamos el precio para que viniera más gente. Antes los clientes se cortaban el pelo cada mes, ahora como mucho cada tres meses. Además los europeos tienen reservas para entrar en una peluquería pakistaní. A pesar de los precios bajos no consigo que el negocio vaya bien.” Talib Shahzad, dueño de la peluquería Marhba (Raval)

“A grandes rasgos conseguimos sobrevivir gracias a esta solución de vender ropa al kilo. Se trata de una tendencia que se puso de moda en España en los 90' y que recuperamos para reaccionar a la crisis. A día de hoy tenemos una clientela fija de gente local y estudiantes.” Pepe Pardo, empleado de la tienda vintage Kilostore (Raval)

“A grandes rasgos conseguimos sobrevivir gracias a esta solución de vender ropa al kilo. Se trata de una tendencia que se puso de moda en España en los 90′ y que recuperamos para reaccionar a la crisis. A día de hoy tenemos una clientela fija de gente local y estudiantes.” Pepe Pardo, empleado de la tienda vintage Kilostore (Raval)

"Pusimos este puesto en el mercadillo Lost & Found para vender ropa que nos sobraba. De momento creo que podremos recuperar los 40 euros que invertimos para alquilar esta plaza y  obtener alguna ganancia." Nuria Castells, vendedora en el mercadillo de segunda mano Lost & Found (Born)

“Pusimos este puesto en el mercadillo Lost & Found para vender ropa que nos sobraba. De momento creo que podremos recuperar los 40 euros que invertimos para alquilar esta plaza y obtener alguna ganancia.” Nuria Castells, vendedora en el mercadillo de segunda mano Lost & Found (Born)

"Mi jefe cambió los precios hace tres meses, ahora arreglamos todo a tres euros. Nos va bien el negocio y tengo muchísimo trabajo que hacer." Lourdes Moliné, empleada de la tienda Arreglos a 3 (Gracia)

“Mi jefe cambió los precios hace tres meses, ahora arreglamos todo a tres euros. Nos va bien el negocio y tengo muchísimo trabajo que hacer.” Lourdes Moliné, empleada de la tienda Arreglos a 3 (Gracia)

“ Llegamos a fin de mes por pelos. Estos precios son la única manera de vender. La gente me pide descuentos hasta cuando compra dos libros por cinco euros. Abrimos este verano y ya nos estamos proponiendo cambiar la librería de ubicación para unirnos con otras organizaciones y compartir gastos.” Txiqui Navarro, dueño de la librería Sigueleyendo (Raval)

“ Llegamos a fin de mes por pelos. Estos precios son la única manera de vender. La gente me pide descuentos hasta cuando compra dos libros por cinco euros. Abrimos este verano y ya nos estamos proponiendo cambiar la librería de ubicación para unirnos con otras organizaciones y compartir gastos.” Txiqui Navarro, dueño de la librería Sigueleyendo (Raval)

"Vendemos muchos gracias a estos precios baratos. Podemos hacerlo porque se trata de huevos producidos en la granja de mi jefe en el Garraf." Sandra Mendoza, empleada de un puesto de venta en el Mercado de La Boquería (Gotico)

“Vendemos muchos gracias a estos precios baratos. Podemos hacerlo porque se trata de huevos producidos en la granja de mi jefe en el Garraf.” Sandra Mendoza, empleada de un puesto de venta en el Mercado de La Boquería (Gotico)

"Cuando nos va bien sacamos entre 30 y 60 euros en doce horas de trabajo. Vendemos ropa usada para no quedarnos paradas sin hacer nada esperando a que pase le crisis.” Isabel Cabrera, vendedora en el mercadillo de segunda mano Lost & Found (Born)

“Cuando nos va bien sacamos entre 30 y 60 euros en doce horas de trabajo. Vendemos ropa usada para no quedarnos paradas sin hacer nada esperando a que pase le crisis.” Isabel Cabrera, vendedora en el mercadillo de segunda mano Lost & Found (Born)

"Esto no es un local pijo y los precios se ajustan a la clientela. Vamos a olas. Una parte de este año pudimos estar en la nómina de la asociación, ahora las ganancias no lo permiten. Estos precios, por ejemplo, los tenemos el día de mercadillo. Intentamos buscar una media entre precios asequibles para los clientes  y que nos permitan sobrevivir.” Sergio Marcovich, uno de los tres socios que gestionan la asociación El arco de la virgen (Raval)

“Esto no es un local pijo y los precios se ajustan a la clientela. Vamos a olas. Una parte de este año pudimos estar en la nómina de la asociación, ahora las ganancias no lo permiten. Estos precios, por ejemplo, los tenemos el día de mercadillo. Intentamos buscar una media entre precios asequibles para los clientes y que nos permitan sobrevivir.” Sergio Marcovich, uno de los tres socios que gestionan la asociación El arco de la virgen (Raval)