Del Mundet a La 22

Además: los tweets del #mper20 y – hay que ser usuário de Instagram para verlo – historias de Instagram de Paula Paño (con consejos de varios profesores), Ana María Barbero, Leyre Flamarique y Molly Antigone Hall.

El máster ha sido un crisol de gentes que han fundido sus mejores materiales humanos y profesionales, sus idiomas y culturas de origen para crear una aleación de metales de enorme fortaleza. Imaginemos que cada promoción contara siempre con 20 alumnos y tratemos de calcular las dosis de esos elementos para dar con la fórmula mágica. He aquí el retrato robot de una clase desde 2007.

242 alumnos han pasado por las aulas máster en sus últimas diez ediciones, según se desprende del análisis ejecutado en la base de datos anonimizada proporcionada por la Secretaría del IL3.

De estos 20 alumnos por promoción, 11 alumnos vendrían de España. Los datos recibidos no diferencian a los nacidos en Cataluña respecto a los del resto de España pero la impresión del profesorado es que ha habido siempre un equilibrio entre ambas procedencias. Las conversaciones en castellano se han alternado y convivido con otras en catalán. El fundador del máster, Roberto Herscher explica que al menos 11 Comunidades Autónomas han tenido embajadores y ha habido alumnos de «todas las islas baleares, incluyendo Formentera».

Casi 7 alumnos cruzarían el Atlántico anualmente para mezclar su caudal de americanismos con el español peninsular: al menos dos vendrían de México y uno de Colombia cada año en un año prototípico. Además, habría un brasileño y un estadounidense en casi en todas las ediciones. Los otros tres vendrían del resto de países del nuevo continente. Bolivia es el único Estado americano no representada hasta la fecha en el máster.

Esa clase imaginaria se completaría con dos alumnos del resto del mundo. De estos, la inmensa mayoría provendría de países de la UE. Llamativamente, más de la mitad de los alumnos comunitarios vienen de Italia.  Entre las razones de esta atracción por este programa entre los transalpinos se contaría la cercanía cultural y lingüística, el efecto llamada de compatriotas exalumnos y que los periodistas italianos para ejercer allí han de obtener una acreditación, sometiéndose a un examen difícil y caro, según nos cuenta Elena Ledda, exalumna y actual profesora del Master, natural de Cerdeña.

En esa clase promedio habría más mujeres (11) que hombres (9).  Entre 2008 y 2013 fue el último periodo en que se mantuvo una situación de empate técnico entre sexos.

En los últimos cinco años, las mujeres casi duplican al número de hombres y suman dos tercios del alumnado, lo cual reproduce la tendencia general de la sociedad por la cual las mujeres estudian más y alcanzan mejores logros académicos. 

Las mujeres cobran a lo largo de su vida profesional un 20% menos que los hombres de la misma cualificación y como Elena Ledda sugiere sería interesante valorar en el futuro si las egresadas de nuestro estudio de postgrado en la última década han alcanzado posiciones profesionales equivalentes a las de sus condiscípulos masculinos.

El número promedio de alumnos en cada edición en la última década ha sido de 23. Se observa una caída de 10 alumnos si comparamos los dos últimos lustros. De  2007 a 2012 había más de 28 alumnos por clase y de 2012 a 2017 sólo 18. Esta tendencia se ha extremado en las dos últimas ediciones en las cuales sólo ha habido una decena de alumnos.

Esta caída ha permitido que la ratio de alumnos por profesor disminuya y se puedan ofrecer clases más personalizadas. Según indica Frederic Vincent, actual director del máster, esta disminución está en la línea de la Universidad de Columbia que aboga por clases más reducidas. Su predecesor en el cargo, Roberto Herrscher cifra en 18 la cantidad de alumnos máxima que recomienda la institución neoyorquina para este tipo de estudios.

Herrscher además apunta otras razones de índole económica a las que atribuye más importancia que la posible repercusión del Procés: el declive del número de matrículas coincidió con lo peor de la crisis económica de la historia reciente. España ha ido recobrando salud económica, el prestigio y la solvencia de los medios ha seguido en mínimos. La crisis de la prensa escrita y la disminución de los ingresos por publicidad ha podido afectar a la llamada de nuevos periodistas. En palabras de Martin Virtel del equipo docente, estas circunstancias de crisis de un oficio se decanta mejor la materia prima y sólo quedan los periodistas más vocacionales y versátiles. 

Por último, las heterogéneas edades de comienzo merecen reseña. El alumno promedio viene a estudiar con 26 años cumplidos. Más de la mitad de los alumnos comienzan con 25 años o menos, un perfil de estudiante que acaba de terminar su carrera y apenas tiene experiencia laboral. Los españoles son los que predominan en este estrato demográfico.

Un tercio se mueven en el estrato entre los 26 y 30 años al iniciar su periplo estudiantil. Muchos de estos son extranjeros y su elección de mudarse a España se produce tras una reflexión vital. Tres alumnos de esa clase supuesta que tratamos de retratar tendrían 31 o más años y suelen contar con variada experiencia profesional. Con ese bagaje a sus espaldas, la intención con el máster suele ser buscar un nuevo horizonte profesional, aunque se han dado casos de periodistas veteranos que sólo buscaban un reciclaje. El récord de edad es un alumno mejicano con 66 años al ingreso.

Entre las limitaciones de este análisis cabe citar que no se dispuso de datos fiables y completos de alumnos de las primeras diez ediciones del máster para poder compararlos con los datos aquí presentados.

Domingo Sánchez

¿Cómo hemos creado este mapa?

Preguntamos a algunos exalumnos del máster si aún conservaban amistades de clase y quiénes eran. A raíz de sus respuestas pudimos crear un mapa de relaciones. Cabe decir, que no todos los entrevistados respondieron a la pregunta, por tanto, el mapa no es representativo de la totalidad de exalumnos. Aún así se creó un mapa que nos permite visualizar rápidamente las conexiones entre ellos.
Queremos destacar algunas interesantes:

Sigue leyendo Amistades conectadas

Se dice que el diablo sabe más por viejo que por diablo y en estos tiempos, en los que del diablo y de Dios sólo queda la palabra llana que los designa, nadie dudaría de la experiencia. Aprender de nuestros errores lleva tiempo, un bien que no abunda en esta sociedad y mucho menos en el oficio del periodismo. El tiempo transcurre para todos, aunque no de la misma forma, según aprovechamos los distintos momentos de vida, terminamos por llamarlos triunfos o fracasos que, en definitiva, son experiencias.

La voz de la experiencia reúne esas vivencias; las caídas y el acto de levantarse, una y otra vez, para continuar y llegar a una meta o un objetivo. La perspectiva del camino recorrido y la perspicacia de cómo andarlo, porque para llegar hay que andar. En cierto modo, un consejo es eso: la distancia recorrida que ya reposa, sin la prisa cotidiana, que nos ofrece un camino que sortea algunas de esas caídas y que se abre paso, en medio de la ceguera habitual de los días.

A día de hoy , el periodismo parece un oficio imposible. Al menos eso es lo que se escucha en muchas ocasiones en las que los neófitos, se sientan frente a un profesional del periodismo. Se llegan a escuchar todo tipo de cosas: que si el periodismo está muriendo, que si está en crisis, que si es casi imposible encontrar un trabajo, que si las verdades arbitrarias pesan por encima de los hechos…Tantas razones dispuestas a desfondar las ilusiones del aspirante a periodista, pero, sin embargo, no todos los profesionales tienen esa visión tan tétrica.

Ante esta selva impenetrable que parece el mundo del periodismo, los hoy periodistas y en un remoto o no tan remoto ayer antiguos alumnos, ofrecen a las nuevas generaciones aquello que ni el diablo podría quitarles: su experiencia. Las siguientes grabaciones, reúnen el pasado, el presente y el futuro: los consejos de los antiguos alumnos del máster y las reflexiones que destilan los, en este momento, alumnos del máster, que, como se puede escuchar, reciben con optimismo e ilusión.

Se podría decir que estos fragmentos de las conversaciones entre periodistas y futuros periodistas, reúnen, en definitiva, las voces del máster. La mirada del periodismo que ya se sostiene y lleva el oficio hacia adelante, junto a la del periodismo que está naciendo y empieza a dar sus primeros pasos, para demostrar que este oficio sí que es posible y sigue siendo los ojos y la voz viva para una sociedad sana.

La objetividad es uno de los valores fundamentales del periodismo, aunque las interpretaciones siempre son varias. En todo caso, ninguno de estos dos consejos es nada desdeñable: tanto la humildad como acogerse a las oportunidades que la vida ofrece, son pilares fundamentales para el buen funcionamiento de la profesión y el individuo.

El periodismo habla de los hechos y desglosa las palabras, a veces dando lugar a nuevas versiones de lo que se ha dicho o ha sucedido. Así, es indudable que el esfuerzo, la insistencia y la persistencia, estas dos últimas en su justa medida, son aptitudes básicas para establecer una fecha de vencimiento, caducidad y realización para nuestros sueños. Se suele decir que querer es poder y, si se quiere, como bien nos dice Judit Pedrós, va a salir.

Hacer periodismo, no es trabajar para los medios, sino para las personas. Al menos es lo que se podría extraer de la frase que uno de los profesores del máster transmitió en uno de los primeros días del curso: «contar a la que gente lo que le pasa la gente». Los profesores del máster nos traen una visión nutrida por años de experiencia, pero también es imprescindible desarrollar la empatía y la sensibilidad.

No se puede hablar de aquello que no se comprende y está claro que, para comprender a los demás, es básico saber ponerse en el lugar del otro y saber ver más allá del discurso, en los pequeños gestos, detalles y miradas, a quién tenemos delante. Es cierto que, la humildad, es una facultad esencial para comprender al otro.

El esfuerzo es fundamental y el mercado no está fácil, por lo que trabajar y ser brillante son, sin lugar a dudas, los mejores recursos para salir adelante. Siempre es más fácil esforzarse en aquello que nos gusta y el periodismo, hoy en día, comprende muchos ámbitos. Este máster es un buen lugar para descubrir nuestro lugar en el periodismo y desarrollarnos como futuros profesionales, dando lo mejor de nosotros.

No son tiempos fáciles para el que, algunos profesores del máster y exalumnos, nos han dicho que es el trabajo más bonito del mundo. Nunca hay que perder la fe, la voluntad y la ilusión nos mueven a seguir y si se sigue, tarde o temprano, se llega. Es muy posible que no sea fácil, pero todo lo que merece la pena no suele serlo. No debemos olvidar que, sean cuáles sean las circunstancias, es tan importante creer como actuar con imparcialidad y honestidad, es decir, transmitir una visión crítica y veraz de lo que sucede.

El mejor remedio contra la estupidez es dudar y ante una pregunta, buscar respuestas. Hay un proverbio chino que reza algo parecido, afirmando que el que hace una pregunta es un tonto por cinco minutos, y el que no la hace sigue siendo tonto para siempre. No todos los caminos llevan a Roma en nuestro mundo posmoderno, complejo y confuso en el que vivimos, por lo que siempre es bueno preguntar, una vez hemos buscado por nuestra cuenta, a quien tiene las mejores respuestas. Está claro que nuestros profesores es muy posible que las tengan y pueden ser un buen puerto al que acudir.

Si se abre una puerta, puede que la mejor opción sea entrar, porque siempre, si hay voluntad, se puede descubrir y aprender. No tiene por qué ser el destino que teníamos en mente, pero puede que fuese mejor que todo lo que pudiéramos haber imaginado. Está claro que este curso nos ofrece un mar de posibilidades y disciplinas, en las que experimentar, por lo que aprovechar el tiempo, trabajar con equipos profesionales y descubrir de la mano de nuestros profesores nuevos horizontes.

Maria Camila Guerrero (1983-2018)

Camila Guerrero nació en Colombia y fue alumna de la IX Promoción, del 2006 al 2007. Fue “el personaje del máster” para su amiga Charlotte Pavard. La recuerdan como generosa, sabia y dinámica. Fue la segunda más joven de esa año pero tenía una presencia vital. Con sus compañeros del máster –entre ellos Charlotte, Paula Garcia, Pol Foradada, Esther Bengoechea, Rodrigo Soberanes, Paulo Passos, Carlotta di Falco y Miguel Fernández–  salía de fiesta y “era un cuento”. “Gritaba mucho pero tenía una voz muy bonita,” recuerda Charlotte.

A finales del Máster conoció a Nico, un chico francés con el que se casaria dos años después.

“Le provovocaba mariposas en la barriga al verlo «Charlotte no sé que me pasó lo veo vamos a la playa y tengo mariposas en la barriga, que me pasaaaaaaa?»” – Charlotte Pavard

Varios de sus compañeros del máster estuvieron en la boda, incluyendo Esther, que fue su testiga. Tuvo dos hijos, Pablo y Noah, con Nico, y mantuvo el contacto con muchos de sus compañeros.

Camila murió el agosto pasado en Bogotá de un linfoma, seis meses después de que la diagnosticaran. Era su segundo episodio de cáncer. El primero lo tuvo el año antes de hacer el máster.

David A. Klatell (1948-2016)

David Klatell fue periodista y profesor de la Columbia Journalism School por un cuarto de siglo. Empezó en periodismo de deportes, se especializó en televisión y finalmente en post-televisión.

David era entusiasta de llevar a Columbia a estudiantes de otros países, y su pasión por la internacionalidad del programa fue integral para el máster. Como exvicedecano, venía cada año a Barcelona para entregar los diplomas en la graduación de los alumnos.

Murió de cáncer pancreático el 11 de agosto de 2016, días después de recibir el diagnostico. Se había jubilado hacía poco tiempo. Llevaba más de cuarenta años casado con su mujer, Nancy Lauter, y fue padre y abuelo. Una beca lleva su nombre en la Columbia Journalism School.

Margarita Rivière (1944-2015)

«Una periodista formidable del siglo 20» – Roberto Herrscher

Margarita Rivière fue escritora, columnista, y una de las primeras mujeres periodistas en España.

Margarita fue pionera en los temas de las mujeres y maestra de la entrevista corta. Sus entrevistas incluyeron a Yoko Ono, el Rey Juan Carlos I, el Dalai Lama y Pedro Almodóvar y trabajó en los tres grandes diarios. Escribió más de 20 libros sobre feminismo, moda, política y periodismo.

La barcelonesa falleció a los 70 años el 29 de marzo de 2015 por una enfermedad pulmonar. Fue ella quien inició como profesora de entrevistas en el máster

Armando Alters Montaño (1989-2012)

Armando Alters Montaño fue admitido al máster pero nunca llegó a empezarlo. Tenía 22 años cuando fue asesinado el 31 de junio del 2012 en Ciudad de México. ‘Mando’, como lo llamaban sus amigos, nació en Massachusetts y valoraba la perspectiva que le aportaba  ser «mitad-blanco, mitad-mexicano y gay».

Su última firma fue sobre una disputa violenta en la que murieron a tiros tres policías federales. Sus compañeros profesionales consideraron su muerte una pérdida para el periodismo. Después de su muerte, sus padres vinieron a Barcelona para conocer el lugar donde su hijo habría estudiado.