Acto del partido Ciutadans en el día del voto.
Ni urnas ni papeletas
MARCOS GARCÍA Y SARA MONGE
Ni urnas ni papeletas, Ciutadans afirma que solamente votará en unas elecciones legítimas. Esta mañana el partido político ha realizado un acto para expresar con claridad sus ideas. Diagonal 547 fue el punto de encuentro para todos aquellos que desearon acercarse, ya fuera para expresar su opinión política o por mera curiosidad. En un auditorio lleno de prensa y afines al partido, la multitud parecía apoderarse poco a poco del complejo. Finalmente, las luces se apagaron y los aplausos inundaron la sala. El discurso de apertura estuvo a cargo de Carolina Punset, número 3 en las listas de Ciutadans.
Nacionalismos utópicos, una gran falta de solidaridad y fuertes intereses económicos. Estos son solamente algunos de los argumentos que dio la joven política en contra del movimiento independentista catalán. Los primeros gritos de euforia no tardaron en llegar, claramente alentados por un discurso que no dejó de aludir a la palabra “democracia”, así como a aquellos que dieron su vida por ella.
Tras una fuerte ronda de aplausos, subió al escenario Juan Carlos Girauta, número dos en el partido. “Buenos días, ¡hombres libres!”, fueron las primeras palabras del político. Afirmó que siempre se ha jugado con la democracia y, tras rememorar la caída del muro de Berlín, de nuevo una ola de aplausos invadió la sala. El discurso adquirió de manera progresiva un tono claramente más provocativo. “No tienen urnas, sino cajas de cartón; para nosotros las urnas son sagradas”, dijo Girauta. Y añadió: “Saquen sus sucias manos de nuestros valores cívicos sagrados”.
De este modo, una mezcla de tensión, risas e ironía se apoderó del orador y del público que no cesó en sus aplausos y carcajadas, como si se tratara de un monólogo humorístico.
Después de la tormenta siempre llega la calma. El líder del partido, Albert Rivera: la gran estrella de la jornada, el que hace ver a sus seguidores la luz al final del túnel. Y así lo intentó, con ironía y sarcasmo, para acabar con la frase “votaremos en las urnas de verdad”.