Entrevista: Santiago Niño Becerra, economista.
“Más del 40% de este independentismo lo ha creado la crisis económica”
TARISHI BELANI
Santiago Niño Becerra (1951, Barcelona) es un economista licenciado por la Universidad de Barcelona que desde el año 1994 hasta la actualidad ejerce como catedrático de Estructura Económica en la Universidad Ramon Llull de Barcelona.
-¿Cómo se ha llegado a esta situación?
– Tenemos que remontarnos al año 1979 y 1980. España sale del franquismo en una situación muy mala, en general. En ese momento España es un país pobre, y únicamente hay determinadas zonas que experimentan un crecimiento más significativo, como Euskadi, Navarra, Valencia y Catalunya. Esto se manifestaba en que tenían un PIB mucho más alto, tenían una renta disponible más alta. Esta distancia que existía entre las zonas más potentes y las menos potente nunca se iba a reducir.
-¿Qué medida se tomó para solucionar esta distancia?
-Lo lógico hubiese sido invertir para que las zonas que tenían menos posibilidades pudieran desarrollarse más. Por ello se estableció la fórmula de tomar el dinero de los que más tienen y dárselo a los que menos tienen para que la diferencia entre todos se redujera. Este razonamiento es puramente económico, no ha intervenido nada de política. En el año 1980 se puso en marcha la LOFCA (Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas).
-¿Qué supuso la creación de la LOFCA?
-En España a partir de ese momento hubo dos tipos de autonomías; el régimen especial (Euskadi y Navarra, con su concierto y su convenio) y el resto.
-El papel que desempeñan Euskadi y Navarra…
–Euskadi y Navarra, a partir de un estatuto propio, recaudan los impuestos, pactan con la Agencia Tributaria un porcentaje que coincide mucho con el peso de su PIB en el PIB de España, y entregan esa cantidad cada año a Madrid, para luego quedarse ellos con el resto. Esto se pacta cada cinco años.
-¿Y del resto de comunidades autónomas?
–Al resto, a las comunidades de régimen común, entre las que está Catalunya, la Agencia Tributaria de Madrid recauda todos los impuestos (hay algún impuesto que está transferido a las regiones como el de patrimonio) y en base a unos parámetros, anualmente les entrega dinero en función de sus necesidades. Lo que sucede es que hay regiones como Extremadura, Andalucía, Galicia y Castilla la Mancha, que reciben mucho más de lo que generan, es decir, tienen superávit fiscal. Y otras regiones como Cataluña, Valencia y Baleares tienen déficit fiscal, es decir, reciben menos de lo que dan. La renta de las comunidades receptoras ha mejorado y la renta de las comunidades que dan ha empeorado.
-¿Cuál es la consecuencia del déficit fiscal que padece Catalunya?
–Catalunya cada año recibe entre 10.000 y 15.000 millones de euros menos de lo que aporta, por lo que tiene que emitir una deuda pública para cubrir sus necesidades. Es una situación muy complicada, es el motivo por el que se ha llegado hasta aquí.
-Entonces, ¿la aparición del sentimiento independentista es algo reciente?
–No, los factores económicos se han unido a unas históricas reivindicaciones independentistas que Catalunya tenía desde el siglo XVIII. El 11 de Septiembre de 1714 Catalunya, al perder la guerra de sucesión, perdió una serie de competencias que tenía y que en estos 300 años no ha recuperado. Todo gira en torno a la economía, y la economía, de alguna forma, ha ante puesto este espíritu nacionalista. Es verdad que a finales del siglo XIX había independentismo, y también es verdad que a principios del siglo XX hubo independentismo, pero se trata de un tipo de independentismo diferente. Aquel era político y en el de hoy lo económico juega un peso fundamental.
-¿Cuál es el porcentaje de población catalana que sí quiere la independencia?
–Hay un 20% de la población catalana que es independentista pase lo que pase, con independencia a la política y la economía. Hay encuestas que apuntan que el 66% de la población catalana es independentista, pero más del 40% de este independentismo lo ha creado la crisis económica.